¿Todavía envías fotos por correo electrónico?

Las primeras fotografías que empezamos a enviar por correo electrónico, eran aquellas que digitalizábamos con nuestro escáner, después de haberlas revelado en un laboratorio, y en su momento ya fue una revolución. Después la fotografía digital se abrió paso y descargábamos las imágenes en nuestro ordenador y las adjuntábamos a nuestros correos, bien, era lo único que se podía hacer. Pero en poco tiempo aquellas imágenes con escasa calidad y que no ocupaban mucho, pudiendo enviar varias con cada mensaje sin miedo a atascar los correos, pasaron a «pesar» mucho por su gran calidad (las cámaras con muchos megapixeles). Y entonces vinieron los problemas, correos que se quedan en las bandejas de salida porque los hemos «cargado»  mucho, buzones que se llenan en los servidores y rechazan nuevos mensajes, etc.

Todavía hay gente empeñada en seguir con esas prácticas. Pero los tiempos avanzan y existen cada vez más fórmulas para no tener que enviar los correos electrónicos con fotografías, así por ejemplo empezaron los servicios «online» mediante los cuales podíamos dejar en unos álbumes virtuales nuestras imágenes y después compartirlas con otras personas (Picassa, Flirck, Snapfish, Instagram, etc). Algunos de ellos han evolucionado más bien hacia servicios de impresión o a redes sociales. También la proliferación de cámaras de más calidad en los móviles han ayudado a mantener esos servicios con los que se pueden conectar directamente.

Por último otra forma de compartir esas imágenes, y en realidad cualquier archivo, es la cada vez mayor utilización de servicios de almacenamiento en la Nube, más modernos y sofisticados. Estos permiten compartir enlaces a carpetas o ficheros con personas invitadas.

Recordad antes de enviar fotografías por correo electrónico y si son de calidad, mejor utilizar algunos de los servicios que hemos comentado, nuestros buzones de correo os lo agradecerán.


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