Lo primero es no volverse paranoico, porque si no podemos acabar mal o volviendo al siglo XVIII (sin tecnología se acabó el problema). Seguidamente debemos intentar usar el sentido común, ¿cómo? pues por un lado pensando que no tenemos que ser especiales para que nos espíen (salvo si tienes amigos o familiares hackers), luego recapacitar antes de descargarnos «cosas» poco fiables en cualquiera de nuestros aparatos, aunque tengamos los mejores antivirus. Otra forma importante de protegernos es tener cuidado a la hora de utilizar redes wifi públicas o libres, sin contraseña, a veces son telas de araña para que caigamos y puedan entrar en nuestros dispositivos. Por supuesto nada de prestar o dejar solos nuestros equipos, también nos puede ayudar un truco sencillo pero fiable para la cámara de nuestro portátil, que es taparla con un celo, cinta aislante, velcro… y por qué? pues porque si entran en tu equipo podrían utilizar dicha cámara integrada y ver todo lo que haces, y quien tenga la cámara conectada por USB, solo hay que desenchufarla.
Por otro lado una mala costumbre muy extendida es la de no apagar nunca los ordenadores y dispositivos, es conveniente desconectar los equipos cuando no los utilicemos, y respecto a los móviles, de vez en cuando conviene apagarlos (por temas técnicos también), y si quieres evitar que alguien se cuele en él, quítale la batería, cualquier dispositivo con batería es susceptible de ponerlo en marcha.
De todas formas y resumiendo, no podemos dejar de disfrutar de nuestros equipos, por estar pendientes siempre de si nos espían o no, pero esas pequeñas recomendaciones anteriores no están de más. Y si queremos saber más de como utilizar mejor nuestros equipos acudir siempre a profesionales, es la mejor garantía. Ah y mejor no jugar a espiar, no vale la pena, y es delito.
Carlos Gómez Cacho